Hoy ha comenzado el encuentro por el titulo mundial de ajedrez, en la conocida Sochi rusa (por las Olimpiadas, creo) ... y nosotros, en nuestra liga menor de la gran sala de poker española, seguimos escrutando a los rivales, tanto a los de la propia mesa -para tratar de hacer con perfección los pocos movimientos que algunos realizamos en cada sesión-, como a los rivales conocidos de la general, echando un vistazo a sus mesas respectivas.

¡Ah!, por supuesto, las partidas del citado mundial, comentadas de muy diversas maneras (comentaristas ajedrecistas de todos los niveles, chateros, programas informáticos potentísimos, periodistas medio ajenos a ese mundillo, etc. etc.), las partidas, digo, se pueden seguir asimismo en varios lugares y de distintas formas.

Las sesiones de poker -sean del nivel que sean- semejan mucho una partida de ajedrez (en este caso, y mejor dicho, nuestra liga pokera se parece a la serie completa de partidas de un mundial como éste, el Carlsen-Anand).

Y esto viene al hilo de la diversión ó satisfacción que se obtiene. Cuando éste que les habla -como hace mucha gente-, grita el dolor sobre las lamentables "actuaciones" que se ven en esta liga menor, lo expresamos de manera "relativa".

Es decir, pensamos en lo realmente buena que podía ser esta competición, y en el tiempo, ilusiones y esfuerzos desaprovechados ... y en la frustración.

Pero eso no quita que haya grandes beneficios y enorme entusiasmo y felicidad en quien los quiera encontrar. Esto último se debe, obviamente, a que la cantidad de parámetros a observar es inconmensurable, y proporciona, al individuo sereno, una muy destacable posibilidad de crecimiento personal.

Es exactamente igual que el "mear". Si uno mea bien alcanzará el más alto grado espiritual, y no necesitará haber conocido mundo, ni haber sobado libros.

No son aburridos los hechos ó las circunstancias, sino las personas, y de entre ellos -como pasa muuuy habitualmente, debido al Síndrome del Cazador Cazado-, los personajes propiamente "aburridos" son aquellos que proclaman "Qué aburrido es esto".